Va un autobús por una calle cuesta abajo, a bastante velocidad. Uno de los pasajeros ve que hay un señor corriendo al lado, tratando de alcanzar el autobús. Pero nunca lo logra: se acaba tropezando, luego tiene que volver a reanudar la marcha, cuando llega al lado del vehículo tropieza de nuevo… Así que el pasajero que le observa se asoma a la ventanilla y le grita:
?No corra, ¿no ve que no lo podrá alcanzar? Espere al próximo autobús.
?No puedo?responde el hombre que corre?, ¡soy el conductor!