En una granja aparece un buen día un inspector para hacer revisión. Le pregunta al granjero:
?¿Puede usted decirme que da de comer a sus animales?
?Pues les doy lo mejor de lo mejor: judías, arroz, carne, pollo, verduras… Todo de primera calidad.
?Pues le voy a poner una multa de tomo y lomo. No hay derecho que sus animales coman tanto mientras que en el resto del mundo hay personas sin dinero que no pueden comer suficiente todos los días.
Y en inspector se fue tras dejarle al granjero una multa tremenda.
Otro día viene un periodista:
?¿Puede hacerle una entrevista para mi reportaje sobre el mundo de la ganadería?
?Faltaría más, pregunta.
?¿Qué da de comer a sus animales?
?Pues lo más barato que encuentro. Las sobras de mi comida, pan seco, pieles de fruta… Muy poca cosa la verdad.
?Pues no sé cómo no se le cae la cara de la vergüenza. No hay derecho que maltrate así a sus animales. Pienso criticarle en mi artículo.
Y el periodista se fue y cumplió su palabra. El granjero quedó muy mal en el artículo y perdió muchos clientes por ello.
Al día siguiente, aparece otro periodista:
?¿Puedo hacerle una entrevista?
?¡Claro!
?¿Qué da de comer a sus animales?
?Mire, yo les doy 10 euros a cada uno y que se compren lo que quieran.